Durante
estas últimas semanas había llegado a ciertas conclusiones y dada por
finalizadas ciertas incertidumbres que venían constantemente como un torbellino
causando estragos en mi vida cotidiana.
Me
había enamorado, sí otra vez, y esta vez era la más jodida de todas... y lo más
jodido era que ni siquiera había tenido la oportunidad de estar en una relación,
no pude intentarlo como quería...
En
este punto de mi vida ya había probado todo, las relaciones dulces, los
romances pasajeros, estuve a punto de casarme, la convivencia, y lo que menos
quería era una relación a distancia, pero al conocerlo cambié la convicción de
mis reglas, acepté.
Jamás
fue fácil, siempre tuve cuestionamientos sobre el tema, de alguna manera
renuncié dos veces y cometí errores; pero todo lo que quería era estar con él y
me sentía tan frustrada de no poder hacerlo que el solo hecho de verme en una
situación así me hacía renunciar.
Viaje
más de 11 mil km para verlo, estaba tan nerviosa, tenía tanto miedo y así salte
del paracaídas, iba experimentando la adrenalina de dejarme caer con la plena
confianza de que él estaría esperándome, y lo hizo.
He
sido tan feliz, he creído en el amor incondicional, le mostré mis partes más oscuras,
mi vulnerabilidad , no era más el black horse que suelo ser con todos, la
felicidad plena de ser tu misma en este lugar del continente o cruzando el
océano.
Sentía que me amaba, sentía que podía comerme el mundo con él, teníamos planes,
un futuro que diseñamos para dos, era mi amor completo. Regrese de pasar días
maravillosos a su lado y lo que me hacía despertar cada mañana era la esperanza
de que faltaba tan poco para estar juntos de nuevo, odio la esperanza tanto
como odiaba ver su estúpida cara y escuchar su tonta risa cada semana por el
Facetime.
No quería presionarlo sobre nuestro próximo encuentro, el plan ya estaba
diseñado, sólo era tener un poco de paciencia con la situación. Ejecuté 03
acciones específicas para manejar mi ansiedad: la primera estaba como
protagonista mi versión más insegura pidiéndole que lucháramos contra las
circunstancias y la lejanía a través de una carta que esperó un mes por ser
respondida. La segunda tenia a mi versión más vulnerable, contándole mis más
oscuras pesadillas y el entorno que representaban, lloramos juntos y al final
de la noche me sentí tan sola, necesitaba tanto de sus besos y sus abrazos que
me odiaba a mí misma por no estar junto él en ese mismo momento. Y por último
la versión irracional, cuando el decidió que lo mejor era cumplir sus sueños,
me hice una pregunta a mí misma, ¿estaría dispuesta a dejar todo por él? Y sí,
estaba convencida; entonces tomé el coraje de llamarlo y hablar con él, le
pregunté con el corazón en la mano, estás listo para cumplir tu sueño sólo o
estás dispuesto a compartirlo conmigo? y me dijo que no lo sabía; no es
necesito decir que me rompí el corazón otra vez, yo estaba ahí frente a él, con
mi alma llena de ilusión y preparada para hacer uno de los sacrificios más
grandes y el chico que amaba no sabía si quería compartir tu sueño conmigo, no
lo sabía!
Eventualmente me comentó que se preparaba para un viaje largo con sus amigos y
me pidió que no lo olvidará, pero es que ya no había espacio en su vida para mí,
y no era parte de sus prioridades, una vez más...
Decidí entonces que terminar con todo era lo mejor para mí, terminar con las
falsas expectativas eventualmente me traería paz y aquí estamos, otra vez, con
un millón de lecciones aprendidas.
Algún psicólogo decía:
Dame
una RAZÓN para SEGUIRTE y lo pensaré.
Dame una RAZÓN para VOLVER CONTIGO y lo pensaré.
Dame una RAZÓN para darte otra OPORTUNIDAD y lo pensaré.
Dame razones para volver a CREER EN TI y lo pensaré.
Dame razones para volver a CREER en lo NUESTRO.
No
quiero TUS ANHELOS, no son SUFICIENTES.
No quiero tus PROMESAS, no son ESTABLES.
No quiero tus ESPERANZAS no son FIJAS.
No quiero tus DESEOS porque son PASAJEROS.
Necesito
HECHOS.
Necesito EVIDENCIAS.
Necesito ACCIÓN.
Necesito PRUEBAS.
Necesito ACTOS.
Algunas
VERDADES que OLVIDAMOS:
No basta con el AMARNOS para lograr DURAR.
No basta con BUENOS DESEOS para CONSEGUIR FELICIDAD.
No
basta con ROMANCE para logar TRANQUILIDAD.
No basta con PROMESAS para conseguir un MATRIMONIO, en
mi caso, para una vida contigo.