Las veces que te amé

 Te extraño terriblemente Nicolás, es un sentimiento que me embarga a cada hora del día como un tic tac constante en mis pensamientos, pero al que no le he dado poder de obligarme a buscarte.

He amado cada imperfección tuya y he adorado cada momento a tu lado, las veces que llegabas con flores a casa eran para mi el estasis pleno de la vida matrimonial, las ilusiones de formar una vida junta y las veces que te oía decir cuanto amabas a tu familia, incluido mi gato.

Y del todo, todo se fue acumulando, me preguntaba constantemente cuando era un buen momento para irme?, era esta la vida que realmente soñaba? en esta vida debía de inmolarme constantemente y sacrificar partes de mi ser para no llegar al conflicto? esta era la mejor forma de ser feliz?


PRIMER ACTO:

Quizás no debí de ser tan temerosa cuando a los 2 meses de matrimonio tiraste el anillo y me pediste que me regresará a Perú y yo me quede congelada en la cama pensando en cada acción a posterior, donde debía coger el taxi, que hotel reservar, que vuelo estaba abierto de regreso a mi país en lugar de arreglar todo y seguir a tu lado.


SEGUNDO ACTO:

Quizás esa mañana en la isla de Tailandia cuando no te encontré en casa, cuando no dormiste argumentando que estabas super high en algún hotel alrededor, solo Dios sabe con quien y haciendo que?, quizás no debí creer en tus lagrimas y en tu compromiso de mejorar, debí coger el primer ferry y cambiar de país sin decir que éramos una familia y lucharíamos por nuestras metas.


TERCER ACTO:

Quizás cuando regresamos a Rusia y te dije que quería estudiar mi master y enloqueciste y volviste a tirar el anillo y rompiste unos documentos, no debí de asumir la culpa y decirte que haría lo posible para conseguirte una visa y que viajaras conmigo, inmolándome otra vez.


ACTO FINAL:

Quizás las cosas debieron de llegar hasta este punto, donde te escondías en nuestra propia casa para meterte 2 tiros por la nariz, o cuando fuimos a la casa de verano y me dejaste sola con el gato y rompiste nuestra acta de matrimonio, el documento que probaba legalmente nuestra unión quedo reducidos a pedazos mientras me bloqueabas en el móvil. 


Y después de unos días escucharte decir que sabias perfectamente lo que hacías y no tenias ningún remordimiento, que lo hacías adrede conocimiento mis puntos vulnerables y apuntando directamente ahí para causar los mayores daños. Y después de 15 días decidiste que debías irte en paz, y tocaste a la puerta para pedir perdón por cómo pasaron las cosas, que siempre usabas esta mascara para que nadie viera tu sufrimiento y que habías llorado día y noche por nuestro final.


Me despido de ti y me voy...




Viaje a la Luna

 Y así el día que aprendí a vivir con ese sentimiento, me senté frente a la computadora, compre un boleto de avión a Turquía, prepare mis maletas, me despedí de mis amigos y de mi gato y partí.

Llegue a Antalya sola, descubrí la ciudad y camine su ribera, a los pocos dias llegaste tu, alquilamos un coche y recorrimos toda Turquia : disfrute Side, admire Aspendos, Seydisehir, Konya, Uchisar, volamos la Kapadoccia, descubrimos Bayramhaci, Sivas, Erzincan, Erzurum, Agri, Dogubeyazit, El Palacio Ishak Pacha, Van, Bitlis, Diyarbakir, Harran, Adana, Mersin, Anamur, Alanya y te fuiste y regresaste 3 semanas después con un anillo y una promesa y nos casamos, y ahora despues de vivir en Rusia, hacemos nuestra vida en Koh Phangan Tailandia, vaya destino.


La vida que soñaba ...






Pura Vida

 Un día me canse de todo, exploto la pandemia y le dije adiós a la antigua versión, agarre mi mochila, me junte con 2 amigos y nos alquilamos una casa de playa en Punta Sal. Le dedique todo el tiempo a sanar, hice deporte, practique yoga, meditaba todas las mañana, me dejaba acariciar por el sol norteño, por las olas de este mar generoso, la comida y pesca diaria y fresca, y la casita con hamacas en frente de la playa, por una puta vez en la vida fui feliz , sin culpas ni arrepentimientos, reconocí la felicidad que se abría frente a mi, hice terapia , me cure y volví a sonreír.

Y aprendí a perdonarte porque todavía te amaba.




Mil maneras de extrañarte

O mil maneras de decirte adiós, depende de la perspectiva.

 

Nicolás tenía el poder, el poder de destruirme al conocer mis sueños y anhelos. Creo que cuando te enamoras te vuelves vulnerable y de alguna manera le cedes a tu compañero el poder sobre ti: “Confió en ti y te doy las armas para destruirme, pero confío plenamente en que no lo harás porque me amas tanto como yo te amo a ti.”

 

Y así fue, a pesar de saber que nuestras visiones al futuro no hacían match siempre había alguna forma retorcida que nos hacía pensar que podíamos, que había alguna manera de intentarlo, incluso si eso implicaba regresar a nuestros status de nunca pensar en el futuro y que renunciara a mi trabajo por 03 meses de visa en Motherland, un completo disparate que nos separó finalmente un día antes de la explosión de la cuarentena en Lima.

 

Dejamos de hablar algunas semanas y volvíamos siempre a escribirnos, y nos amábamos y nos detestábamos, hasta que supimos sobre que las leyes de Mendel nos pondrían a prueba. Y sé que te asustaste, que entraste en pánico que me acusaste, y que yo era responsable, pero también me enviaste flores, corazones y todos los colores. Mandaste a preparar el banquete de comida especial y me llamabas cada noche mía cuando despertabas y te adoraba todavía entonces a pesar de lo que dijiste.

 

Te amaba tanto que cuando me lastimabas intentaba entenderte. Te amo tanto que aun ahora intento comprenderte.

 

Y así la vida y las misteriosas formas del amor nos hacían cuestionarnos si el destino era el que estaba detrás para unirnos o destruirnos con sus argumentos.

 

Finalmente no hubieron sentimientos ni emociones o razones suficiente para que compraras la idea de un futuro conmigo, la promesa de felicidad a largo plazo no te hacía cosquillas, formar tu propia familia conmigo era una idea alocada en la que yo no cumplía tus parámetros tradicionales y eso era más importante, una excusa suficiente para escupir dardos directos a mi corazón, y yo incapaz de defenderme y defendernos los recibí creyendo que podría con todo, la realidad fue más fuerte y nos ha golpeado en la cara.

 

El último día que llamaste, y me viste ingresada en el hospital supongo que fue solo una evocación a ese final de novelas que sabemos de memoria, y como dijiste era el momento para decirnos adiós para siempre y me bloqueaste, me quede sin la oportunidad de decirte tantas cosas que pasaban por mi cabeza, la rabia que tenía por  dejarte el haberme lastimado con tus palabras, los planes que tu dibujaste y que te compré, las ilusiones, los sueños, las metas en común, el tiempo que pasamos juntos, los problemas que superamos, nuestras aventuras, nuestras risas, nuestras tardes del malecón, nada importaba ahora, sólo te bloqueo y ya. Fin del asunto, quizás en otra vida seamos más felices y que siempre le estarás agradecido al destino por nuestro encuentro…

 

¿Era ese el sonido de la camilla por los pasillos de la clínica o era mi corazón rompiéndose a pedazos?

 

Y así, han pasado exactamente dos meses, desde ese adiós, y así no ha habido un día en el que no haya dejado de llorar, ya ni puedo diferenciar si el dolor es por los momentos felices o por las palabras que me destruyeron, pero ambos duelen con la misma intensidad con la que te he amado-amo todavía si necesito ser honesta.

 

Quizás no tenga otra oportunidad en el futuro para decir lo que me lleva a escribir(te) en este momento, pero ha llegado el miedo mayor: el de perderte y creo que te he perdido por mi propio bien, aunque eso implique el dolor desgarrador en el pecho y las lágrimas al por mayor diariamente en cada rincón de la casa que me recuerda a ti, porque estas presente en cada sitio al que voy, porque no puedo salir de la ciudad y estoy atrapada en una metrópoli llena de recuerdos de momentos en los que fuimos tan felices.

 

Sin embargo,

 

Deseo que seas feliz, que el universo lleve a tu vida todo ese amor que te falta y a mí me sobra. Que te ilumine y te llene de sabiduría, que no hagas nada que te haga daño, no te auto-destruyas por favor, que, si estamos destinados a ser y estar, lo estaremos quizás en un futuro cercano cuando coincidamos y seamos más sabios, más llenos, más felices y con mayores cicatrices, pero sanos y estemos dispuestos a amar una vez más.

 

Te amo y me amo.

 

Ana.





El amor ya había triunfado

Supongo que siempre había sabido cómo iba a terminar esta historia, sin embargo, decidí apostarle al rojo otra vez.

Me recuerdo caminando por los jardines del Peterhof diciéndole a Nicolás todo el speech que había preparado, sabes, nunca me imaginé que en medio de la belleza arquitectónica que nos rodeaba lo único que podía hacer era secarme las lágrimas mientras le contaba las dos opciones que teníamos, la de continuar nuestra historia o la de vivir nuestro momento.

Cuando termine de hablar, mi amor no supo que decir y me dijo que yo le proponía armar todo el plan a él y que no tomaba parte activa del desarrollo, que teníamos sistemas y visiones de la vida tan diferentes que no íbamos a funcionar, me quede en shock, de que valía irme hasta el Palacio de Invierno si él no era capaz de sincerarse conmigo, lo entendí y no deje de llorar en dos días, compre tickets para el Hermitage que disfrute conmigo misma.

De alguna forma intentamos que lo de nosotros funcionara el tiempo que me quedaría en la madre Patria y funcionó, en medio de la travesía Nicolás me pidió que juntos ideáramos la manera de estar juntos, incluso aunque pareciera platónico ya nos habíamos hecho de planes de vernos en 03 o 04 meses en España o en Grecia y luego yo seguir con mis sueños y buscar la forma de encontrarnos en cualquier lugar del mundo, regrese del otro continente con esas esperanza.

Dos días después de mi llegada a Perú, Nicolás decidió que lo mejor sería venir a Perú en enero y luego regresar juntos en junio, y tenía tal determinación que ya tenía el boleto comprado, me llene de ilusión sabes, él estaba tan seguro de estar conmigo y yo lo amaba, 3 días después cambio el ticket y en lugar de venir en 04 meses, iba a aterrizar en 05 semanas, no podía más de la emoción, estallaba de amor y felicidad de tenerlo cerca más pronto.

Y así, vino y convivimos juntos, batallamos la rutina, hicimos nuestro plan de fuga para tenernos cada noche, una visión que nos posicionaba a los nos dándonos el SI ACEPTO, él nos vamos a casar y viviremos al lado del Mar Negro, y con esa seguridad habló con mis familiares, mis amigos, yo por mi parte comencé a estudiar lengua, fuimos juntos a la embajada a explorar la posibilidad de casarnos aquí y retornar como señores a la Patria, que tanto nos amábamos.

Pero fui descubriendo también como era una pequeña bomba de tiempo que explotaba por cada situación que no podíamos controlar, que me hacía sentir culpable de todo y me hacía pequeña, pequeña. Cada plan del fin de semana propuesto por mí era opacado por sus propios planes e ideas, y no podía atreverme a salir con mis amigos porque era una pelea segura. Estaba jugando al buscaminas constantemente, cada opción que clickeaba era una acción hecha con miedo, para no provocarlo o decepcionarlo, era re-pensar mis palabras para hacer parecer la idea lo más afín a sus intereses.

De pronto un día, cambio su vuelo de retorno 02 meses antes de su fecha de partida, entonces me dijo que estaba aburrido de la vida que teníamos, es que no le gustaba vivir en el mejor distrito de la ciudad, tampoco disfrutar del malecón, nuestros picnics, nuestras risas y sus intentos fallidos de controlarme, su decepción porque no soy capaz de hacer la limpieza de mi casa y prefiero pagar a la empleada, o su falta de confianza de mis capacidades de cuidar a nuestros futuros hijos, y entonces después de todo me dijo que en cuanto se fuera terminábamos, supongo que lo difícil es el futuro inmediato, como se puede vivir cuando sabes que tu relación tiene fecha de expiración.

Entonces supongo que no podemos hablar de dolor hasta aquí cuando haz preparado los planes a futuro, cuando tus sueños están a punto de cumplirse y puede ver como se te escapan de las manos, haciéndote sentir culpable de todo, porque no puedes cumplir el estándar modelo de ser la ama de casa que cuida de los niños y se encarga del marido y deja de lado sus propios sueños.

Y te imaginas después, sabiendo que se va y te deja y que a pesar de que corres por llegar a casa y aprovechar al máximo el poco tiempo que te queda de su compañía, el solo pasar el umbral del cuarto y de pronto sentir que el mundo se te derrumba, que te da miedo preguntar si se siente bien y te diga que no y que es por tu culpa, que solo esperas que las horas se extiendan para poder entender cuál es el mecanismo que hace que el actúe de esa forma.

Y que vivir tratando de satisfacerlo y hacerlo feliz no vale de nada porque ni siquiera él es feliz consigo mismo, que duda de ti y sus inseguridades no lo dejan, porque le haz enseñado a quererlo de una manera en la que él ni siquiera es capaz de quererse así mismo.

Y te preguntas mil veces, que ha pasado, y donde me equivoque, y la incertidumbre de no saber si nos queda algo, las despedidas que ya te saben a final son las más dolorosas, y coserte las heridas diariamente para sonreír porque es así como quieres que te recuerde, porque te cansaste de pedirle que deje de buscar el boleto de avión por cada desacuerdo, que absurdo el no entender si te extraño más o si te amo demasiado.

Me ha dolido más, despedirlo rogando que no se fuera sin saber qué hacer para que se quede, que absurdo final para nuestra historia después de todo lo ganado he perdido la guerra, y comencé a compartir la almohada contigo sin tener más sueños en común.

Que a pesar de todo quizás reconozco que no he sabido hacerlo feliz, que la realidad nos explotó en la cara, y que pesar de todo espero que sea feliz, que cada día que pasa le ruego al universo que se encuentre bien, y que se cuide y que encuentre un amor que sea mejor que la mitad del mío, que atesoro nuestros recuerdos pero me quiero más y no merezco este tipo de amor por más cerca que haya estado de cumplir mis más profundos anhelos.
    

Punto de Bifurcacion

Al final de cuentas ya he comprado el boleto, me quedaré un mes en Motherland con Nicolas, en 5 semanas sale mi vuelo y volare 14 mil 501 kilómetros esta vez, conforme están pasando los días la espera es tortuosa, nos frustramos, nos extrañamos y en el camino nos decepcionados y odiamos la distancia, la lejanía, lo absurdo de esta situación, estuve dando tantas vueltas en mi cabeza sobre la forma correcta de hablarle y darle mi speech, que he decidido practicar aquí.

A la mañana siguiente, después de tomar religiosamente nuestro café, voy a pedirte que hablemos, te pediré que te sientes en la cama, cruzare las piernas, te besare cada mano y estaré lista para abrirme contigo, una vez más.

Probablemente usare esta publicación para hablarte porque no sabré por donde comenzar, mi corazón latirá a mil por hora y mis lágrimas caerán una tras otra, porque cuando habla el corazón, se limpia todo desde adentro.

Tengo que decirte porque he venido hasta aquí, quiero contarte todas las motivaciones que he tenido para seguirte hasta este punto y poder verme aquí sentada frente a ti. Tenemos en este momento dos formas de terminar este viaje, esta nueva aventura que tenemos ahora aquí y quiero explicártelas, pero antes necesito explicarme un poco yo.

El amor siempre viene a ti, me ha costado tantos años, daños y reparos entenderlo que cuando te conocí no sabía que eras tú, y te voy a hablar con la misma honestidad con la que te hable el primer día recuerdas?, no reasons to lie and anything to hide.

Siempre me dije que después de Mel no volvería a involucrarme en una relación a distancia, porque entiendo perfectamente lo doloroso que es y que puede llegar a ser sobrevivir cada día con esa ausencia, y sin embargo aquí estamos y te juro que lo único que quiero es que esta vez sea diferente.

Quisiera también decirte una vez más que desearía que pudieras tener otra perspectiva, que pudieras verte desde mi lado y entender la forma en la que mis ojos te miran y admiran, y no estoy hablando solamente de la atracción física, estoy hablando también de lo hermoso que eres dentro de ti, eres atractivo a mi alma y a mi corazón. Estar contigo es encontrar la luz y la magia en una sola persona.

Quisiera que por un momento pienses en todas las situaciones por las que has tenido que pasar a lo largo de tu vida y que entiendo que no todas fueron buenas o felices, pero también te hicieron la persona que eres hoy, eres un hombre lleno de cualidades y virtudes, eres humilde, eres sencillo, eres simple y complicado también, haz logrado cosas por ti mismo, y con eso quiero comenzar porque creo que necesitas verte en un espejo y reconocer todas las cosas hermosas que tienes, te agregaría un poquito más de amor propio quizás, para que puedas apreciarte y entender que nunca más necesitas pensar que no eres suficiente para mí, porque solo si aprendes a quererte un poquito más, podrías entender porque al verte a ti encuentro una persona maravillosa con la que podría compartir cada día de mi vida.

Y estoy completamente feliz de haber tenido la oportunidad de conocerte en esta vida, estoy feliz por cada momento, cada kilómetro, cada ciudad que hemos compartido juntos y de esta oportunidad que tenemos ahora que estamos juntos de nuevo, que puedo tocarte de nuevo y dormir junto a ti. Y es exactamente en este punto en que te voy presentar la primera opción sobre como terminar este viaje: La primera, me gustaría una oportunidad más a tu lado, una oportunidad de largo plazo, de tiempo indeterminado, quiero tener de oportunidad de ser tu partner, tu amiga, tu amor, quiero que cuando encuentres tus metas y tus sueños, yo pueda ir contigo e impulsarte a cumplirlos, ayudarte, y decirte cada mañana que necesitas pelear con ellos, que si te cansas yo te ayudo y si un día no puedes, entonces déjamelo a mí, yo te cubriré ese día , quiero tener esta oportunidad contigo.

La segunda opción es que solo vamos a disfrutar este tiempo, vamos a disfrutar cada día, hora y minuto que pasemos juntos y si no logras convencerte de algún futuro conmigo, quiero pedirte que me dejes ir, que me sueltes, quizás yo solo aparecí en tu vida para enseñarte una nueva forma de amar, seguramente si la oportunidad no es conmigo ahora, le voy a pedir al universo que en el futuro ponga otra alma en tu camino, que pueda quererte más que yo y que pueda quedarse contigo, que sea todo lo que necesites y merezcas, que seas inmensamente feliz, porque lo que yo deseo con todo mi corazón para ti, es tu felicidad absoluta, sin importar que no sea conmigo.

Para terminar quiero decir y me da un poco de miedo decir esto, pero si decides quedarte conmigo, voy a pedirte algo que nunca has hecho antes, yo sé y me lo dijiste muchas veces, que tu vida era solamente una improvisación de momentos hasta ahora, pero es este momento en el que ambos vamos a tomar una decisión y tendrás que hacer un plan, porque sin ese horizonte no podremos seguir juntos mi vida, porque si no tenemos un plan que nos lleve a seguir juntos en algún lugar de este universo, me temo que nos vamos a perder en el camino y aun con miedo sé que si no te digo esto ahora a pesar de tu reacción, es necesario ponerlo sobre la mesa.

Con todo mi amor te lo digo ahora al inicio de esta travesía para que antes de abordar el avión tenga la certeza de saber que has tomado una decisión.

Ana.

Priviet



Generalmente soy una persona que colecciona certezas, puedo hacer planes a futuro, programar mis actividades y mover las fichas en base a algún objetivo común, pero su sonrisa me ha traicionado. Hemos pasado Navidad juntos en las montañas, el plan del día era descubrir una catarata en Huamanga, recorrer 3 horas en moto, caer en un arroyo y correr por la campiña, hace tanto no era tan feliz; nos hemos prometido pasar el Año Nuevo juntos en Cusco y me encontraba comparando lo triste que había sido el año anterior, sin embargo, él, me ha subido a la moto, ha cargado leña, quesos y vino y me ha tapado los ojos con su bufanda, agárrate fuerte me dijo que tengo algo para ti.


La noche anterior me había visto contemplando las estrellas en Pisac, así que me llevo a Quinsacocha, preparo la fogata, me besó en la frente y me dijo, esto es para que puedas apreciar las estrellas, sonreía y una lagrima me surcaba la mejilla, me voy a permitir enamorarme de él.

Ya habíamos estado juntos en la Costa, en la Selva y en la Sierra, yo sabía perfectamente lo que el tramaba, seguiría su camino a Bolivia, Chile y Argentina, me he despedido de él pensando que nuestra historia se terminaba en Perú. Dos días después me ha sorprendido preguntándome como me miraba en los próximos meses y si había posibilidad de seguir juntos, le dije que sí y juntos hemos visto el amanecer más bonito del mundo en Uyuni, hemos conquistado Mendoza y sobrevivimos a La Paz, he tenido mi diario de motocicleta en mi continente y mi capitán no ha dejado nunca de besarme ni de llevarme el desayuno a la cama.

Mi adorado Nicolás, se ha pasado más de un mes metido en mi departamento, me ha servido la cena cada noche y se ha enamorado de mi gato, lo veo esperarme cada tarde desde mi balcón y su sonrisa ilumina mis penurias. Él nunca tiene planes, y yo ya tengo una visión a futuro con él, quizás deba visitarlo ahora que ha regresado a Motherland, quizás deba dejar de revisar nuestros miles de mensajes y el centenar de paisajes que hemos recorrido.

Tengo su corazón acompasado al mío y le ruego al universo nos brinde un poquito de luz, podremos sobrevivir esta distancia, podremos desafiar la zona horaria, agosto probablemente me traerá los argumentos que me empujen a volar.