Abril fue el complice perfecto de sus sueños,
los entendia a la perfeccion, por eso decidio
que era tiempo de presentarlos.
Mayo fue complice y testigo
de un corto idilio que termino perdido,
que decidio irse a dar unas vueltas por
las calles de las melancolias.
Junio trajo de sus brazos
la lluvia otonial y con el
revivio el romance fugaz.
Julio se llevo con el
brillo efimero de sus fuegos artificiales
la triste historia de amor,
ya habia hecho suficientes
cambios en la conciencia de los dos
y el miedo a entregarse de nuevo los nublo.
Agosto fue el comienzo de un romance sangriento,
los obligo a descubrirse y terminaron amandose
adorandose, viviendo por hacerse feliz.