No he querido abrumar a mi madre con preguntas sin sentido, porque nada cambia el saber mucho, poco o nada de ti.
Tal vez pienses que quiero reclamarte algo, que quiero decirte que no te aprecio y que probablemente he sido poco afortunada en tener el padre que me ha tocado, pero no, no es así.
Ni siquiera diré que deberías estar avergonzado por tu falta de amor hacia mi; quiero decirte que te he perdonado, lo he hecho de corazón.
Perdono tu ausencia, que al final de cuentas logró que yo me convirtiera en una persona más fuerte, más independiente, más perseverante y por supuesto, más valiente. Te perdono porque con toda sinceridad puedo decirte que, aunque sentí necesitarte, nunca me hiciste falta.
Padre, incluso aunque no merezcas el título, pero no soy yo quien lo ha de determinar sino la vida misma, Te perdono!
Te perdono por todo, porque sé que gracias a ello yo soy quien soy, una persona grandiosa que se esfuerza cada día por ser alguien mejor.
He conseguido muchos éxitos y con ellos he podido determinar que no me haz hecho tanta falta en realidad. Te perdono papá, lo hago porque después de toda tu falta de interés y aquel dolor que sentí en algún momento termino haciendo de mí, alguien invencible.
No puedo decir que mi vida ha sido mala sólo porque no haz estado en ella, al contrario, he sido sumamente feliz. Así que puedes estar tranquilo, continúa con tu vida en paz y en ningún momento llegues a atormentarte por mí, porque yo te he perdonado.
Realmente espero que tu vida haya dado un giro total y que seas feliz, pleno y dichoso como lo soy yo.