En el periodo de lejanía estaba preparando mi mente para ser fuerte y resistente, una nueva versión de mi software podría permitirme ser inmune a tus palabras, pero cuando estaba a punto de lanzar la primera versión llegaste como un pequeño bug.

Tenías las interacciones programadas, pero en este preciso momento comenzó a sonar mi teléfono; debo admitir era lo que tanto esperaba, tu voz del otro lado proclamando que me querías y me extrañabas, estaba apunto de pensar que era un sueño febril hasta que caí en cuenta que realmente sonabas tan sincero y te creí; si así es, una vez más...

Pasamos horas enteras al lado del teléfono haciéndote reír de cosas tontas y ridículas, intentaba hacerte feliz, no tenia la fórmula correcta pero lo intentaba...y así se fueron pasando los días hasta que fue el momento de regresar.

Gracias por pedírmelo en verdad desea tanto esperarte, tomar una o dos horas de camino estaba bien con tal de verte otra vez después de tantos días (Me sentía como el zorro domesticado del Principito).

Luego te vi, estabas tu con esa sonrisa tan mágica y tan brillante, el corazón se me aceleraba, hubiera dado mi reino por besarte; sí, por si no lo notaste moría por besarte, había recorrido la ciudad de punta a punta y sólo un beso tuyo lo habría compensando; pero no, las cosas no siempre suceden como las esperas y sólo atinaste a darme un abrazo semi-cálido. Claro que recibí el beso después, cuando estábamos solos, y no, no compenso el viaje, me hizo cuestionarme si  había valido la pena, eres cruel.

Había preparado todo para ese día, mi departamento estaba impecable, las sábanas limpias y hasta compre algún "Secreto de Victoria" de esos que te encantaban; detalles, por primera vez en mucho tiempo le di atención a los detalles.

Y después estabas tu, increíblemente tu, y tu versión de antaño, la del chico de vacaciones que no tenía miedo de amar, que te podía decir te extraño sin reparos, y te quise, te extrañe, dormí contigo, inhale tu olor, tu olor que me descontrola y me calma al momento de dormir, te besé la espalda y me dejé llevar, deje el miedo de lado y te amé, podría jurar que te amé esa noche como nunca antes te habría amado, te ame del modo mas sincero, tuve miedo y aún así tomé el riesgo pensando que esta vez sería diferente, que ahora si podíamos, que apostarías por mi, que te quedarías por mi, que pelearías conmigo codo a codo ...

No puedo describir mi cara a la mañana siguiente, era en serio esa mi sonrisa? era el tratamiento de los brackets tan maravilloso? No, estaba en el aire porque estaba contigo, por qué tú estabas a mi lado ...

Te di un súper beso y me fui al trabajo, la vida era color de rosa...

Fue la última vez que dormimos juntos ... nunca mas quiso verme, sólo había estado confundido; pues entendí entonces que cuando te sientes confundido puedes amar, extrañar y follar, todo al mismo tiempo y sin sentirte culpable de enganchar a otra persona, porque el precio no lo pagas tu, la cuenta se la carga la otra persona...

Esta vez me toco ser la otra persona.