La noche mas triste del invierno limeño

Le escribí una línea a Mel el viernes por la tarde, diciéndole que me iba a la selva, él sabía que probablemente iría con alguien más y no me lo refuto.

En este momento estaba tan cansada de todo, la semana había sido una mierda, otro de mis desbalances hormonales me había tumbado en el sillón y mientras lloraba de dolor sin poder siquiera caminar dos pasos hacia el baño… de pronto me habían servido para darme cuenta que a pesar de todo el amor que le tenía, el no contestaría la llamada de auxilio, el no estaría presente para llevarme al hospital, no iba a ser el quien me alcanzara el té con miel y limón, no tendría sus manos acariciándome la cabeza mientras me desangraba...

Quería irme de una vez y olvidarme de todo, tenía la forma de hacerlo y no dude un segundo , le escribí algún ensayo antes de subir al avión pidiéndole empatía, lo necesitaba analizando nuestra situación desde mis zapatos, lo doloroso que habían sido estos últimos meses en cama, con medicina, en el hospital, perdiendo litros de líquido vital, teniendo a mis amigos visitándome a diario y trayéndome comida y compañía para aplacar mi soledad o disimular su ausencia.

Adoro a Mel y lo extraño de forma recurrente,  pero no es saludable mantener nuestro acuerdo... extrañarlo era doloroso y su estúpida forma de manejar la situación me provocaba punzones en el pecho que no se iban con paracetamol.

Acordamos en conversar esta mañana... Mel ha aceptado mis términos, hemos acabado y no de forma orgásmica y todo ha sido tan fácil y rápido, no ha sido necesaria la anestesia.

El que me había creado planes y situaciones en la que descubriríamos planetas y lunas pasando los cien años, ahora no daba ninguna batalla, solo reafirmaba mis corazonadas, su espíritu viajero no quería establecerse en ningún lado, no peleo ni refuto, por el contrario me dijo que se sentiría aliviado si yo encontrara alguien más... y yo que me pasaba los días evadiendo todo intento de desarrollo de lazos emocionales y sentimentales con la devota esperanza de cumplir nuestros anhelos ...

Al final de este capítulo hemos decidido seguir siendo amigos, nunca vas a querer perder a tu alma gemela, había sido tan difícil encontrarte, teníamos la vaga esperanza de volvernos a ver ... qué bueno que tengo la pistola de portales Morty W.

Ahora solo escuchare el playlist de Sailor Moon y contare las constelaciones hasta quedarme dormida.



1 comentarios:



Unknown dijo...

Por suerte, siempre hay suficiente de constelaciones.

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